Aunque causarán temor, no son nada en comparación con el Gran Castigo que se avecina.

Mi querida y amada hija, la Mano de Mi Padre ha intervenido ahora en el mundo, en castigo por el pecado del hombre. El pecado ha aumentado en el mundo porque el hombre ya no diferencia entre el bien y el mal. Ustedes no pueden escapar de la Ira de la Ira de Mi Padre, cuando sus países aplauden el pecado malvado, a través de sus leyes.

Estos castigos serán presenciados en todo el mundo, rápidamente. Aunque causarán temor, no son nada en comparación con el Gran Castigo que se avecina. El hombre es obstinado. Rechaza la ayuda cuando Dios se la ofrece. La humanidad ha elegido rechazar a Dios y cada uno de vosotros ha sufrido a causa de los paganos que hay entre vosotros.

Mi Llamada del Cielo es para salvar a todas las almas en primer lugar, pero también es para que pueda ayudaros a mitigar los castigos, que caerán sobre la raza humana. Cuán grande es Mi Misericordia. Cuán grande es Mi Paciencia, pero aquellos que rechazan Mis Enseñanzas y que se aíslan de Mi Padre, su Creador, pronto conocerán las consecuencias.

Hago un llamamiento a todas las religiones y les ruego que recen por clemencia, acepten o no estos Mensajes. Las oraciones son necesarias para mitigar las catástrofes, que ya han comenzado. Rezad, rezad, rezad, por vuestras vidas y por la salvación de vuestras almas.

Tu Jesús